El proyecto transforma la zona del río Arlanzón en Burgos, conectando ciudad y naturaleza mediante un eje ecológico que fomenta la biodiversidad y la movilidad sostenible. Incluye intervenciones clave como eco-barreras y accesos al río, revitalizando el espacio y recuperando su patrimonio. Los beneficios incluyen mejoras en salud pública, impulso al turismo sostenible y renaturalización. Este enfoque posiciona a Burgos como líder en sostenibilidad y bienestar comunitario.